A QUIEN VOTARIAS PARA INTENDENTE DE MOCORETA


domingo, 6 de marzo de 2011

HISTORIAS fantasticas de fantasmas (1)

 El mundo está plagado de alcahuetes y criminales y en un lugar del hemisferio sur, de algún país de África o de América, que trato de no recodar pasó lo siguiente:
Cuando el pueblo se arto de la mediocridad de los gobernantes , a cuya dirigencia, increíblemente, estaba dispuesta a volver a votar, un grupo de civiles iluminados se desplegaron por los cuarteles, para que los militares tomen por ellos el poder.
En realidad este grupo de civiles les dio a los militares migajas del festín, y un cabo ganaba más que una Maestra, como ahora, para que mantuvieran a raya a los sindicalistas, terminaran con la guerrilla urbana, la del campo no funciono nunca, y mantuviera todo en orden aparente, mientras por detrás, en bambalinas se cometían los fraudes económicos más grandes de la historia al erario público.
Los días fueron pasando y los civiles fueron perdiendo fuerza en algunos sectores del gobierno y los militares fueron ocupando esos lugares, así decidieron hacer una guerra con el extranjero, y ese fue el comienzo del final; habían querido jugar a la política, como si eso fuera fácil.
En un lugar pequeño de la provincia de Chamamelandia, donde los civiles tuvieron más dominio que los militares, al que algunos llaman  Nunca Existio, también se cocieron habas.
Como en toda dictadura, hay siempre quienes se acomodan rápido y se amigan con la autoridad de turno, para sacar ventajas, por supuesto son los mismos que sacan también ventajas de las democracias, hay también quienes son alcahuetes, que por el placer de ser serviles pasan chismes, que pueden ser muy dañinos, en épocas de dictaduras, y también en épocas de democracia; en la última dictadura te podía costar la vida un chisme que llegara a una de las células independientes entre sí que manejaban la represión, por eso era muy grave ser alcahuete.
Durante aquellos días las fuerzas de seguridad interior como prefectura, gendarmería, policías se creían militares también y actuaban en consecuencia.
Es conocido que la policía local al recibir una orden de que debían identificar a las personas, no necesariamente pidiendo documentos, ya que se supone que si saben quién es no es necesario pedir esos papeles, salieron a los bares locales y al encontrar un grupo de parroquianos les solicitaron documentos, como el fotógrafo del pueblo, que además era el fotógrafo de la policía, porque no había otro, dijo que no los tenía consigo, se lo llevaron por la fuerza golpeándolo con saña; avisada la prefectura del brutal atropello , tomo la comisaria, donde habían un conjunto de borrachos, los policías, y dejo ir a los parroquianos.
La escuela de policía tenía pocos años, y muchos de aquellos policías habían sido reclutados por política, en general apenas sabían leer, con un poco de poder y el dicho hecho carne “ahora mandamos nosotros”, los hacía peligrosos; cuando en realidad no eran más que un grupo de ignorantes, con poder.
Cualquier coincidencia con la realidad es pura casualidad