NUNCA ALCANZAREMOS A PAGAR NUESTRA DEUDA CON HAITÍ Si la libertad no tiene precio, no alcanzaremos a pagar nunca nuestra deuda con Haití. El apoyo del país caribeño a la emancipación latinoamericana tuvo un costo altísimo para ella. Casi tan alto como el que ha pagado por su propia existencia.
Este año festejamos el Bicentenario de la independencia y es necesario saber que sin el apoyo decisivo de la República de Haití, dicha independencia no se hubiera logrado. O por lo menos no, en ese tiempo, ni en esa forma.
Cuando José de San Martín se encontraba ante el avance realista español y la conspiración porteña; cuando Simón Bolívar huye a Jamaica luego de ser derrotado en las costas venezolanas; cuando la monarquía del inescrupuloso Fernando VII con todo su arsenal y ejército de veteranos de las guerras napoleónicas arrasaba a sangre y fuego la América Latina, surge del Caribe la figura luminosa del presidente de Haití, Alexander Petión.
Haití fue el primer país independiente de las Américas en erradicar la esclavitud, y así se constituyó en la primera república democrática americana en establecer plenamente los derechos del hombre.
Luego de vencer al ejercito de Napoleón, al de Inglaterra y al de España, el Haití de Alexander Petión se convirtió en refugio de muchos los patriotas latinoamericanos que debían asilarse, producto de sus ideas libertarias. Recibieron cálido hospedaje entre otros, Francisco de Miranda, Simón Bolívar y hasta de nuestro Manuel Dorrego.
En 1815 el líder haitiano convoca a Bolívar, que se encontraba refugiado en Jamaica, deprimido y al borde del suicidio. Petión le ofrece al futuro libertador armas, barcos y soldados para retomar la lucha por la independencia americana.
El haitiano planteó a Bolívar -y así se lo hizo firmar- que a cambio de éste apoyo los revolucionarios sudamericanos debían decretar la abolición de la esclavitud en América. Bolívar asumió el compromiso y partió al continente con soldados seleccionados por el propio Petión. Ya triunfante, y antes del encuentro con San Martín dijo:
“Perdida Venezuela y la Nueva Granada, la isla de Haití me recibió con hospitalidad: el magnánimo Presidente Alexander Petión me prestó su protección y bajo sus auspicios formé una expedición de 300 hombres comparables en valor, patriotismo y virtud a los compañeros de Leonidas...”.
Solo la colonización cultural explica que desconozcamos ésta epopeya. Los guerreros haitianos regaron generosamente su sangre en toda América del Sur... solo por nuestra libertad.
Víctor Ramos
Presidente
SOS Discriminación Internacional
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"El terror se basa en la incomunicación, difunda esta información vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad".........Rodolfo Walsh