La sociedad toda asiste con impotencia frente a acontecimientos
de esta naturaleza, que si bien vienen de lejos se han incrementado por la desidia
e indolencia con la administración municipal que no viene tratando este tema desde
hace unos diez años, marcado por el sello de la demagogia total. Han colocado
un inspector que anota quien estaciona mal frente al banco, siempre y cuando no
sea una camioneta oficial o la ambulancia y nada hacen para proteger a los
ciudadanos de accidentes ocasionados por incumplimiento de las mínimas normas
de manejo y circulación. El pueblo voto
un cambio, pero parece que ha quedado la impronta de la inutilidad para gobernar que
han tenido los demagogos anteriores y mientras el nuevo intendente no haga lo
suyo todo seguirá igual y los accidentes seguirán llevando jóvenes al cementerio
y dueños de automóviles a los juzgados
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