En los años 60 el gobierno de Nicolás Díaz Colodrero, liberal, cumpliendo con el Plan Nacional de Salud del Presidente Dr. Arturo Ilia, y su ministro don Nosiglia creó salas de primeros auxilios en las localidades donde no existían y donde pudo nombro médicos.
Acompañaron a los médicos enfermeras, más voluntariosas que técnicas, odontólogos, bioquímicos en la difícil pero eficaz tarea de hacer prevención, vacunar, adiestrar a las madres en el cuidado de los recién nacidos, tratando de que los partos se realicen en compañía del médico, o de al menos personal adestrado en higiene, y normas mínimas que evitan morbilidad y mortalidad tanto de madres como de niños.
Para entonces muchas localidades tienen médicos desde mucho tiempo, Mocoretá no, por su cercanía a Chajari se había suplido la necesidad, de una creciente población, que mucho tiempo uso el automóvil de don Ñato Zambon para hacer de ambulancia y otras veces la fantasmal muerte se llevo a niños inocentes que podían haber sido salvados fácilmente con conocimientos elementales, otros morían sin diagnostico por enfermedades como las neumonías.
El médico llego y fue “como un bálsamo para el dolor del enfermo” según palabras del maestro Carlos Passera, los partos dejaron de hacerse en la casa y poco a poco con el esfuerzo supremo de Mary Ledesma y el Dr. Juan Goya, las muelas fueron extraídas sin dolor por el Dr. Rabella, fue mejorando la calidad de vida y disminuyendo las muertes de infantes y madres.
La localidad tenía unas 5oo personas, y un poco más en las colonias cercanas, ahora hay unas 7532 personas.
Hoy a 50 años en la sala no hacen partos, no se pueden dicen, hay parturientas que han tenido sus niños en la ambulancia rumbo a Monte Caseros, dirá la señora del registro civil – lugar de nacimiento, y la respuesta será – ruta nacional 14 kilometro xx , a 80 km / h ., rápido – no ?, si bastante ……..
Hemos vuelto a los años que la OMS no existía, sino nos clasificaría “peor que el Chad” así estamos.
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