A QUIEN VOTARIAS PARA INTENDENTE DE MOCORETA


miércoles, 18 de marzo de 2015

A SANZ NO LO VOTO

A ERNESTO SANZ NO LO VOTO
“El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.”  Winston Churchill
No es una cuestión personal.
Razones políticas motivan esta decisión. Soy radical, no por una ficha de afiliación, que es un tema secundario, sino por una cuestión de principios.
Me formé en su filosofía nacional y popular, de ser la causa contra el régimen, la causa de los desposeídos y he tratado de ser coherente con ello.
Sigo creyendo que existen intereses en pugna en la sociedad actual, resumidos en la contradicción pueblo-antipueblo, aunque a algunos le pudiera parecer anacrónico en los tiempos que corren.
Tuve el honor y la suerte de acompañar al ex presidente Arturo Illía, en las elecciones de 1975 en la Provincia de Misiones y recuerdo sus charlas hasta horas de la madrugada, en las que me contó de las presiones de los grupos cerealeros (hoy el campo), las campañas de desestabilización de su gestión por parte de los medios de comunicación que hoy levantan la libertad de prensa o de empresa, según como se lo quiera mirar.
Esos sectores, son los mismos que condicionaron y minaron (entre tantos) el accionar de los gobiernos de Yrigoyen, Illia y Alfonsín, por lo que aliarse con ellos es una afrenta histórica.
Los principios y valores de la UCR, me condicionan y me impiden adherir a la aventura electoral de los que votaron en contra de la Ley de Medios y la estatización de las AFJP.
Lamentablemente en el partido, un grupo de personas (la bonaerense) solo tienen como objetivo su propia salvación y cambian los principios por la ingeniería o la arquitectura electoral utilitarista.
Los que en la Convención partidaria votaron la nefasta alianza con Macri  son los mismos que pergeñaron las políticas de De la Rua, el Ministerio de Economía para Cavallo, o la candidatura extrapartidaria de Lavagna y hoy encuestas mediante se quieren colgar del PRO como única tabla de salvación a sus pobres actuaciones.
En el 83 la consigna era “no somos una salida electoral, somos una entrada a la vida”, hoy ni siquiera somos una salida electoral, sino un acuerdo de cúpulas, de espaldas a los intereses de los argentinos y de los radicales, realizado sin debates profundos y a los apurones, coincidente con los nuevos aires que vacían de contenido y vitalidad a los partidos políticos.
Creo que las organizaciones políticas declinan no por las derrotas electorales, sino por sus decisiones erróneas y por renegar de construcciones y convicciones comunes.
Sigo pensando a la UCR como un juicio histórico e imperativo moral en el pensamiento y en la acción, la que al decir de Gabriel Del Mazo: "bregó por enquiciar lo desquiciado, aprendiendo y enseñando a interpretar lo genuinamente nacional, a descubrir los factores que oprimen la vida argentina, a distinguir lo popular de lo que lo niega. Señalando donde estaban “los defensores de la Nación y donde los colonizadores, encomenderos de la nueva conquista".
Por estas razones, no votaré por Ernesto Sanz, el que ni siquiera tiene un poco de vergüenza, para renunciar a la presidencia del partido, y no seguir deshonrando sus más de 100 años de historia.
Ricardo Luis Mascheroni