El mundo está plagado de alcahuetes y criminales y en un lugar del hemisferio sur, de algún país de África o de América, que trato de no recodar pasó lo siguiente:
Un campesino, con plata, de esos cuyo nombre mejor no acordarse, era uno de los alcahuetes del proceso.
Hombre, si se puede decir hombre a una cucaracha, sin ideología, bueno tenía una: hacer dinero, que no está mal si eso no implica incluso la muerte de quienes se le cruzan en el intento.
Así fue como había planeado, con pesos de por medio, quedarse con campo ajeno y se olvido algunos papeles y se quedo el campo en manos de quien desde hace años estaba.
La respuesta fue denunciar que el ganador era contrabandista de armas a los guerrileros , hay que recordar que un guerrillero fue atrapado por la prefectura, por estas tierras, después de cruzar el rio a nado, así que dato era importante para la célula del terrorismo de estado de Nunca Existio , lugar donde residía el afortunado ganador del campo.
El ejército, ya no tan glorioso como el de Cesar, Napoleon o San Martin se dirigió al campo del ganador con varios camiones, armas largas y como 40 soldados a atrapar al campesino denunciado.
Un vecino que vio el operativo aviso a la madre del denunciado y esta al denunciado, quien casualmente estaba por regresar desde Curupaiti .
Gente allegada al obispo se presento en el obispado y le explico que lo estaban esperando en su campo hombres uniformados y armados, el obispo sabiendo cómo funcionaba el sistema, y que es mejor prevenir que curar, se presento con el campesino al general y le explicaron la situación. El general pidió información y se encontró con que el operativo para reducir al peligroso delincuente subversivo estaba fundado en una denuncia firmada por el olvidadizo que perdió el campo….
Sin palabras, pero como a veces pasa la suerte esta de tu lado y el obispo paso a deber un favor y el general a tener un amigo mas, para los tiempos que vendrían al terminar esa administración.
El ganador salvo su vida, la cucaracha sigue comiendo mierda en las cloacas.
Algún marinero retirado sigue contando como atraparon al guerrillero, porque no puede contar como atraparon el contrabando de combustible a otro pais que por aquel entonces era moneda corriente.
Cualquier coincidencia con la realidad es pura casualidad.
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