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AL KOMPAÑERO NESTOR
- Néstor:       
 - El otro día vi que al lado        suyo, más precisamente a su derecha, estaba sentado Osvaldo Papaleo, el secretario de Prensa y Difusión        del gobierno de Isabelita y uno de los alfiles de López Rega .        En aquella época, desde ese cargo, se controlaban radios, canales,        gráfica, cine y expresiones culturales en general.       
 - No sabe la emoción que me        dio verlo. Tantos recuerdos. Fue hace mucho, pero como yo era un        adolescente, son recuerdos marcados a fuego. Literalmente a        fuego.       
 - En 1974, los        amigos de Papaleo entraron a los canales y le explicaron a sus dueños que        era mejor que se fueran a sus casas . Goar Mestre (canal 13),        García (canal 11) y Romay (canal 9), entendieron inmediatamente la        sugerencia, sobre todo porque les pusieron un        revolver en la cabeza a cada uno.       
 - Una vez que        ocuparon los canales ¿a que no sabe a quién echaron primero? Exactamente:        a mi viejo, Tato . Le prohibieron pisar un canal acusado de        hacer “humor elitista”. Mi papá reclamó que al menos le pagaran su        contrato.
 - La respuesta        fue una ráfaga de ametralladora en el frente de casa .. Nos        vino muy bien, porque el hall del edificio ya estaba viejo y había que        reciclarlo. Para que mi viejo no se sienta solo, empezaron a prohibir a        muchos otros artistas, así le hacían compañía y no se aburría. A algunos        más afortunados, los mandaron a pasear al exterior a través de una agencia de viajes que, creo que era de primera        clase porque se llamaba Triple A. Entre mediados del 74 y fines del        75, hizo furor. Viajaban todos: Luis Brandoni;        Héctor Alterio; Mercedes Sosa; Norman Brisky; Luis Politti; Tomás Eloy        Martinez; David Stivel, y tantos más. Un éxito.        
 - Los que no viajaban se        quedaban paseando por Buenos Aires. No iban mucho al cine porque tampoco        había demasiado para ver. En esa época existía el Ente de Calificación        Cinematográfica, dirigido por Miguel Paulino Tato (imposible olvidar ese        nombre), bajo la batuta de López Rega y        Papaleo.       
 - Prohibieron tantas        películas que en todos los cines daban la misma: “Lo que el viento se        llevó”, pero sin los besos de Clark Gable. Incluso prohibieron “La        Patagonia rebelde”, donde dicen que usted hizo de extra. Sin saberlo,        estos paladines de la libertad, frustraron su carrera artística.               
 - La        prohibición sobre mi viejo, dicho sea de paso, duró por el resto del        gobierno de Isabel y la gestión de Papaleo, y siguió los primeros 3 años        del Proceso. Ya que estaban … Con las radios tampoco había problemas.        Salvo Continental, y un par más, las demás eran todas del Estado, pero hay        que reconocer que se podía elogiar al Gobierno con absoluta libertad. La        única radio donde el gobierno permitía que lo critiquen, era Radio        Colonia.       
 - Los medios gráficos también andaban fenómeno. Había tantos diarios y        revistas que, para hacer un poco de lugar en los kioscos, decidieron        prohibir algunos: entre muchos otros, prohibieron el diario Noticias con        Bonasso y Verbitsky; el diario Crónica de García; la revista Satiricón con        Blotta, Cascioli, Mactas, Dolina, Fontanarrosa, Osky, Guinzburg, Abrevaya,        y tantos más. 
 
¿A que no        sabe qué diario clausuró Papaleo por 10 días, para coronar la        faena? No me lo va a creer: La Opinión. El decreto de clausura preparado        por la Secretaría de Prensa y Difusión, acusaba al diario de Jacobo        Timerman de pertenecer “a la subversión antinacional y buscar, no sólo        deteriorar la imagen del Gobierno, sino destruir sus instituciones,        provocar la guerra entre hermanos y sumir la nación en el caos”. Lindo,        no? Por eso, cuando el martes vi que        nuestro canciller aplaudía y se abrazaba con este buen señor, me caían        lágrimas de emoción . Sin duda, el paso de Héctor Timerman por la        administración pública ya está en la historia, aunque no precisamente como        un lord inglés. Bastante más cerca del peladito de “El Show de Benny        Hill”, que de Winston Churchill.        - Compañero        Jefe, usted bien sabe que a la Compañera        Jefa y a usted, yo los banco, más allá de nuestros negocios        bilaterales. Por eso, me permito sugerirle que cuando se alzan        voces en nombre de la libertad de expresión, es bueno recordar lo que pasó        en aquellos tiempos, que no fue otra cosa que el aperitivo de lo que        vendría después, y que gracias a Dios, ha quedado definitivamente atrás.        Esto vale para todos. También para        usted.       
 - Eso sí, la        próxima vez, antes de abrir la boca, fíjese bien quién es el muñeco que le sentaron al lado        suyo, por las dudas. Con todo respeto, por supuesto.       
 - Alejandro        Borensztein, ARQUITECTO Y PRODUCTOR DE TV        
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